Ella es como la luna

Debido a la trampa que su hermanastra le tendió, Rocío Pérez se casó con un famoso mujeriego de la ciudad, Yael Muñoz. Debido a la ausencia del novio en la boda, casi se convirtió en un hazmerreír. Rocío fue al campo de carrera y ganó la carrera con su futuro esposo. Con la apuesta, logró que Yael se casara con ella. Frente a la esposa que apareció de manera repentina en su vida, al principio se resistía mucho, pero poco a poco comenzó a enamorarse de ella a través de los pequeños conflictos de la vida diaria.