Después de un grave accidente automovilístico, Isabella Wellington, de 7 años, es abandonada a su suerte, luego de que unos malvados familiares le drenaran su sangre salvar a su hermano. 17 años después, Isabella ha sido criada por un conserje como "Olivia" y ambos trabajan para la familia Wellington, quienes los acosan cruelmente, sin saber que Olivia es en realidad Isabella, la princesa perdida de los Wellington, a quien han estado buscando durante 17 años.
La princesa Isabella, perteneciente a la Dinastía Solaria y famosa por sus impresionantes logros militares, despertó los celos del emperador, quien temía que su poder pudiera eclipsar el trono. En un acto de traición, el emperador organizó una emboscada dentro del palacio para asesinarla. Durante esta, Emilio Serrano, su esposo, murió mientras la protegía. Al volver a abrir los ojos, Isabella descubre que ha renacido como la esposa de un magnate en la era moderna. No solo tiene un esposo frío e indiferente que guarda un sorprendente parecido con Emilio, sino que también debe enfrentarse a una concubina intrigante que constantemente busca perjudicarla. Como la digna princesa que es, Isabella no está dispuesta a tolerar tales afrentas. Así inicia su nueva vida en la modernidad, reestructurando la poderosa familia, esforzándose por amasar una fortuna y manejando una peculiar relación de matrimonio contractual con su distante esposo.
La princesa Luna de la monarquía Melón fue asesinada el día de su boda y renació en el cuerpo de Valeria. El marido de Valeria, Rafael, no la quería. Pero no le importó a Valeria y propuso el divorcio. Esa propuesta inesperada llamó la atención de Rafael. Rafael se dio cuenta de que su esposa era diferente de lo que recordaba. Poco a poco se sintió atraído y finalmente se enamoró profundamente de Valeria.