"Pedro fue traicionado por sus hijos adoptivos, Paulo y Camila, y por Leandro. Como resultado, el Grupo Eterna se declaró en bancarrota. Además, se enfrentaba a la grave enfermedad de su madre y a las protestas de los empleados que exigían el pago de sus salarios. Carlos, en agradecimiento por un favor pasado, lo ayudó y le permitió ingresar al Grupo Castro.
Durante la competencia de chips del Grupo Fulgor, Pedro lideró a sus empleados para derrotar a sus rivales, ganando así un lucrativo contrato de cooperación. Mientras tanto, Leandro y sus cómplices, como Paulo y Camila, recibieron su merecido y fueron castigados por la ley por sus malas acciones."