Luis, de naturaleza bondadosa, es la reencarnación del Emperador Celestial y desde pequeño ha tenido habilidades extraordinarias, aunque no las ha reconocido. Su abuelo, para ayudarle a recuperar el trono imperial, planeó un matrimonio con los Sánchez, pero Paula, al encontrar el Registro de Consagración de Dioses que Luis había arrojado, llegó para cancelar el compromiso. Justo en ese momento, Lisa, la hija de los Blanca, que tenía un compromiso con Luis, fue a buscarlo. Ella ya conocía el verdadero poder de Luis y comenzó a sentirse atraída por él. Paula no pudo hacerle frente a Lisa y huyó derrotada, intentando reabrir el Registro de Consagración para vengarse. ¡Así comenzó el proceso de consagración! Y la lucha por el trono apenas comenzaba.
Sergio Soto, el científico más joven, vivió una tragedia debido a los conflictos familiares. Tras reencarnar, decidió alejarse de su familia y vivir por sí mismo. En esta vida, ya no sería débil: demostraría su valía a sus compañeros, familiares, a toda la escuela, e incluso al mundo entero. Él era un genio como no se veía en mil años.
Las tres grandes sectas codiciaban el poder del sello de fuego, lo que llevó a la muerte de los padres de Alma. Antes de morir, su padre selló el poder del sello en el cuerpo de Alma. Gravemente herida, fue llevada por su primo Juan a la Secta Montaña, donde fue rechazada por el maestro y los discípulos, viviendo en condiciones difíciles, gracias a la protección de Juan. Años después, el traidor Luis, junto con las tres grandes sectas, atacó la Secta Montaña para usurpar el puesto de maestro y robar el poder del sello de fuego. La secta estaba al borde de la extinción y Juan casi fue asesinado. Alma, al no poder soportarlo más, desató el poder del sello de fuego y convirtió la situación a su favor.