Alba Valdez fue perseguida por su madrastra y hermanastra. Por error quedó embarazada de Alfonso Baro y, durante su huida, dio a luz a trillizos. Cinco años después, para salvar a su hija menor, Gloria Valdez, regresó a su lugar de origen con sus hijos y, por un malentendido, intercambió a uno de los niños con Alfonso. Sandra Valdez ocupó el lugar de Alba, haciéndose pasar por ella, y se comprometió con Alfonso. Alba, mientras trabajaba a medio tiempo en la casa de la familia Baro, se encontró con Sandra y su madre y, debido a un malentendido, se reencontró con Hugo Baro. Para encubrir la verdad, Sandra quemó las cuerdas vocales de Alba, logrando engañar a todos. Durante una cena, Alba, quien trabajaba como ayudante, volvió a enfrentarse con Sandra y su madre, pero esta vez recibió la ayuda de Hugo. Hugo resultó ser el pequeño médico al que Alba había estado buscando, y finalmente logró curar tanto a padre de Alfonso como a Sergio. Así, la familia se reunió nuevamente y encontró la felicidad.
Irene Vidal, la señorita de la familia Vidal, que vive en la Ciudad Alta, fue envenenada por su prima, Ana Vidal. Se le destruyó el rostro, perdió la memeria y se volvió idiota. La descubrió y se la llevó la señora López. Más tarde, la dio el nombre de Sandra y la casó con el tercer señorito López, José López. Después de la partida de la señora López, José abandonó a Irene, que estaba embarazada de gemelos. Le ocurrió un accidente y no se acordó de su identidad hasta cinco años después. Volvió a la Ciudad Alta con su hijo, Paco Vidal. Al otro hijo suyo, Julio, se le llevó su padre José el momento que nació, sin que Irene se hubiera enterado. Cuando Paco se fugó para vengar a su padre en Ana, le tomaron por Julio y se lo llevaron. Los dos niños se reconocieron hermanos y se intercambiaron identidades. Al enterarse de la realidad, José se puso arrepentido. Para reconseguir a Irene, hizo lo que había planeado Paco y reconoció ante todos que era un perrito adulador de Irene.