Florencia Silva, recién graduada de la academia de policía, se infiltró en el Pueblo de las Flores haciéndose pasar por la Santa de las Flores para exponer el fraude del “matrimonio divino”. Dentro de la Cueva de las Flores, enfrentó a varios miembros de la banda criminal. Finalmente, logró desenmascarar al alcalde, y su grupo por el secuestro de mujeres, rescatando a su hermana Mariana Silva y a otras mujeres atrapadas.
En una aciaga noche de tormenta, Mía encontró a su madre asesinada en el estudio. Jack, su padre, la entregó a la policía sin darle la oportunidad de explicarse. Con la ayuda de su hermano Daniel, Mía salió de prisión bajo fianza y contrató a Edward, un detective privado, para investigar la muerte de su madre. Durante el progreso de la investigación, Mía descubre una conspiración colosal responsable de la muerte de su madre en la que incluso su propio padre y Edward están involucrados...
La hermana embarazada de Diana se suicida misteriosamente, y Diana sabe que debe haber una verdad oculta detrás de su muerte. Decidida a descubrir el misterio, Diana regresa a su ciudad natal acompañada de su asistente, Dean. Juntos descubren que todo podría estar relacionado con su cuñado, Sam, y el mejor amigo de su hermana, David, cuya relación no es nada común. Con la ayuda de su asistente Dean, su amigo Wyatt y su novio Colt, Diana enfrenta numerosos obstáculos. Al final, se lleva una gran sorpresa al descubrir que el malvado cerebro detrás de todo esto está mucho más cerca de lo que imaginaba…
Al entrar en la novela, Beatriz Herrera descubrió que era solo un personaje de relleno. El día de la boda, Alonso Cruz la abandonó para acompañar a su primer amor, Juana, convirtiéndola en la burla de todos. Luego, para convertir a Juana en su esposa, Alonso maltrató a Beatriz y la entregó a su escolta para humillarla, lo que la llevó al suicidio. Pero tras llegar a este mundo, Beatriz decidió casarse con el tío de Alonso, convirtiéndose en la tía de Alonso y Juana, y enseñándoles cómo comportarse. Juana era la famosa médica de Veldoria y decían que podía salvar vidas. Beatriz, delante de ella, salvó a un muerto que Juana no había podido curar, dejándola humillada. Cuando se reveló la verdadera identidad de Beatriz como Gran Médica Cruz, aplastó por completo a Juana.
Me reencarné como la ex del protagonista de una novela de amor de un CEO mandón. La original se casó con el magnate durante cinco años, le entregó plata, tierras y su corazón y acabó con su familia en la ruina y tras las rejas. Y no solo eso, sus papás, su mejor amiga, sus compas de la infancia, todos sus parientes fueron solo peones. Bueno, bueno, ¿así se desecha a la gente? Me arremangué y reescribí la historia a mi manera. ¿El CEO mandón? Que se arruine, a ver cómo manda cuando se le acabe la plata. ¿La típica heroína de cuento? Que se oscurezca, a ver si brilla de verdad. ¿Papás que se tiran del edificio? Mejor que se vayan a echar un baile en la tumba de mi exsuegra. ¿La mejor amiga, golpeada hasta morir por su esposo? Con un esposo tan bueno, déjala para la mejor amiga de la protagonista. ¿Los compas de la infancia, en la miseria? A cada uno le doy un mini negocio y se vuelven magnates, ¡tan fácil! Villano: con esa pinta, esos abdominales, ese cuerpazo... Siendo el protagonista, nadie se opone, ¿cierto? ¿Qué? ¿Tú me preguntas cómo se llama ser tan increíble? Le hago un guiño al villano y le digo: "Mi amor, tú dime" Y él responde: "Llámame cuñada".