

Marisol Ríos renació como la hija del Gobernador Militar, pero en su noche de bodas, José Mendoza la ignoró y prefirió a Sofía. Ella, rebelde ante un matrimonio arreglado, decidió cortar todo lazo y vivir en libertad

Josefa Bello fue poseída durante tres años por otra mujer. Al volver, su esposo se había vuelto frío, su hijo un rebelde y su hija, temerosa. Su reputación estaba arruinada. Sin decir mucho, Josefa actuó: corrigió a sus hijos, reconquistó a su marido y recuperó su vida. Al final, lo ganó todo otra vez.