Sergio Luján, pilar fundamental de la empresa, fue despedido directamente por la hija del presidente tras su regreso del extranjero. Este despido afectó severamente el núcleo central de la compañía, dejándola incapaz de sostenerse. Paralelamente, Zergio Luján, se hizo pasar por Sergio y aprovechó la situación para acercarse a la hija del presidente.
Durante cinco años, Mónica Castro mantuvo un amor secreto con el capitán, Rafael Pérez. Renunció a su oportunidad de ascender a capitana, conformándose con ser su copiloto todo ese tiempo. Pero al descubrir que él seguía ligado a su primer amor, rompió definitivamente la relación. Solicitó ascender de puesto, convirtiéndose en la primera mujer capitana del Grupo Celestial, eligiendo una ruta que jamás se cruzaría con la de Rafael.