

Eva Santos, agente fallecida en servicio, reencarnó como la esposa despreciada del comandante Carlos Guerra. Con sobrepeso y un hijo "tonto", activó un sistema para adelgazar y descubrió que el niño podía prever el futuro. Cuando él reveló que una concubina era jepunesa, Eva irrumpió en la fiesta en moto y enfrentó a su esposo. Así empezó su venganza.

Darío Lucero fue transportado a una época de hambruna extrema. Al inicio, cargaba con cinco hijas que prácticamente lo odiaban, y dependía completamente de un sistema que intercambiaba puntos de bondad por suministros para sobrevivir, logrando prosperar contra todo pronóstico. Sin embargo, un día, sus madres biológicas, mujeres de origen ilustre y poder, comenzaron a llegar una tras otra a su puerta.

La emperatriz Leonor Galindo fue despreciada por el emperador tras engordar en el embarazo, hasta que la concubina favorita la asesinó. Tras su muerte, una estudiante de medicina moderna ocupó su cuerpo y, usando un sistema de compras mágico y sus habilidades médicas, adelgazó y se volvió hermosa. Después, humilló una y otra vez a quienes la subestimaron.