

"Para apoyarlo, ella ideó cada paso con precisión, y lo convirtió en el único dios de la guerra del Reino del Este. Pero un día, una joven apareció en su vida. Carla pronto notó que la mirada de Leonel hacia ella se volvía cada vez más distante, mientras que, al mirar a esa joven, sus ojos reflejaban una pasión renovada. Esa misma noche, rompió el contrato de matrimonio y se marchó sin mirar atrás."

En 1923, Perla Flores, la cría de la bestia ancestral Devorón, huyó al mundo de los mortales. Por comer sin pagar, conoció al Comandante Pablo Flores, quien la adoptó como su hija. Gracias a sus habilidades especiales, Perla salvó en varias ocasiones a la familia Flores y se ganó el cariño de Pablo y de sus tres hijos: Alberto, Hugo e Iván. Lucía Flores, una transmigradora, disgustada porque la trama original había cambiado, le tendió varias trampas a Perla, pero todas fueron frustradas. Al final, Perla ayudó a Pablo a reunirse con su hijo perdido, despertó a su esposa Marta Aguilar, que llevaba diez años en un sueño profundo, y decidió no regresar con Dios Juez. Así, Perla vivió felizmente como una persona normal junto a la familia Flores.