Isabela Solís, la humilde pescadera, y Leonardo Sáenz se casaron por conveniencia. Ella ganó su confianza con rumores y halagos, hasta que ambos confesaron sus sentimientos. Pero tras un golpe en la cabeza, Isabela recuperó la memoria y olvidó por completo a Leonardo. Entonces, él desplegó todas sus artimañas para reconquistarla.